"LAS AVENTURAS DE UN TUAREG EN EL DESIERTO"
Había una vez un tuareg que se llamaba Targi y vivía en medio del desierto con toda su familia. Trabajaba cuidando de sus animales, tenía mucho cariño a las cabras porque pasaba muchas horas con ellas. (¿Sabéis por qué les tenía tanto cariño?)
Como ya sabemos en el desierto no hay mucha agua, por eso nuestro tuareg tenía que andar muchísimo para encontrar un oasis para poder llevar agua a su familia y dar de beber a sus animales, en estos viajes siempre le acompañaban sus cabras.
Un día que Targi iba a por agua tuvo una gran aventura. (¿Queréis que os la cuente?)
Una mañana, Targi se levantó muy muy temprano y fue a sacar a sus cabras para ir al oasis. Las cabras salieron de su corral muy contentas porque sabían que iban de paseo con su dueño, atravesaron el pequeño túnel que unía el corral con el desierto.
Cuando emprendieron el camino, se encontraron con grandes cactus que tuvieron que esquivar con mucho cuidado para no pincharse. Más adelante, vieron unas serpientes muy grandes, Targi y sus animales las saltaron rápidamente para continuar su camino.
Pasado un rato, toparon con escorpiones dorados, conocidos como los más venenosos, todos tuvieron que ir saltando para esquivarlos. Ya estaban más tranquilos cuando de repente una gran tormenta de arena se les vino encima, las cabras tuvieron que reptar hasta que el tiempo volvió a la normalidad.
Pasaron unas arenas movedizas, tenían que ir muy despacio porque si no las arenas les absorberían, cuando todas las habían pasado volvió la terrible tormenta de arena. Y todos, tuvieron que volver a reptar por la arena.
Targi y sus animales estaban muy cansados pero consiguieron subir unas grandes dunas que había en el camino. A lo lejos, pudieron ver que ya estaba cerca el oasis. Cuando llegaron, rodearon el oasis, se tumbaron y bebieron agua. Todos estaban muy contentos porque a pesar del duro viaje que habían tenido por fin podrían descansar.
¡Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado!
